Consejos para nuevos educadores. La enseñanza es una profesión excitante y exigente. Como otras profesiones, la enseñanza es un proceso de aprendizaje a lo largo de la vida para adquirir nuevas habilidades y permitir a cada estudiante desarrollar su potencial. Los errores pedagógicos de los nuevos educadores deben ser aceptados en el proceso de aprendizaje. Simplemente, a diario, los educadores experimentan, se ponen a prueba, buscan aplicar nuevas estrategias y… cometen errores.
En este artículo presentaremos alguno consejos para nuevos educadores
1. Lidiar con la indisciplina de la clase.
La falta de disciplina es un fenómeno mundial que amenaza la calidad de la educación. Según una encuesta de la OCDE, los maestros pasan el 17% del tiempo de clase gestionando la disciplina en el aula. Eso es un promedio de 10 minutos perdidos en cada lección. Si te rindes en este terreno, no podrás controlar el comportamiento de los estudiantes. La mayoría de los nuevos educadores se sienten menos capaces de restaurar el orden y manejar un aula.
Además, existe un vínculo entre el éxito académico y un clima de clase disciplinado. Los profesores necesitan pasar más tiempo creando un ambiente ordenado antes de empezar a enseñar. Por otro lado, los maestros que tienen éxito en establecer la disciplina permiten a sus estudiantes concentrarse en el aula. Y las aulas ordenadas benefician a todos los estudiantes.
Posibles soluciones para ayudar a los nuevos educadores a establecer la disciplina:
- La personalidad del profesor tiene una influencia directa en el clima de la clase, y en el mantenimiento de la disciplina en el aula. Conceptos clave para una relación positiva entre profesor y alumno: Empatía, respeto, autenticidad, disponibilidad, confrontación e inmediatez.
- Escucha activa una forma de ayudar a los estudiantes en crisis.
- Autodisciplina: organizar a los estudiantes en grupos de trabajo. Después, cada grupo determina sus propias reglas de vida.
2. Evite ser amigo de sus estudiantes.
La relación entre un estudiante y su profesor es la clave del éxito académico, especialmente para los estudiantes más jóvenes. El vínculo que el profesor crea con sus estudiantes tendrá una influencia decisiva en su progreso académico. Por ejemplo, los sentimientos de confianza y eficacia del profesor tienen un impacto positivo en el rendimiento académico de los jóvenes.
Sin embargo, el profesor debe tener una cierta distancia con sus alumnos. Él o ella puede tener una relación especial sin caer en la amistad. No podemos hablar de amistad porque la diferencia de edad, experiencia y conocimiento significa que los profesores y sus estudiantes pertenecen a dos mundos diferentes.
3. Cooperar con los padres.
Una buena relación educativa con los padres ayuda a reducir significativamente las dificultades académicas. Por ello, los maestros deben establecer medios de comunicación eficaces para que los padres sean socios en el éxito de sus hijos.
En efecto, la comunicación con los padres es una oportunidad para que los maestros y los padres se expresen sobre los progresos de los niños, sus dificultades y sus expectativas a fin de encontrar soluciones comunes a los problemas encontrados. También es una forma de crear un vínculo de confianza, para evitar cualquier malentendido y para demostrar a los padres que el maestro realmente se preocupa por su hijo.
Además, el profesor debe mantener conversaciones regulares con los padres de los alumnos con dificultades que visitan la escuela con más frecuencia para reuniones. Sería importante no dejar situaciones problemáticas por ahí y así evitar las falsas impresiones de los padres.
4. Haz que los estudiantes trabajen.
Durante la clase, intente que sus alumnos trabajen. Es mejor hacer del estudiante el actor de su aprendizaje. El profesor es un facilitador del aprendizaje. Introduces el concepto y los estudiantes se ponen a trabajar. El profesor ha trabajado a contracorriente para que esto sea posible, definiendo las instrucciones, proporcionando las herramientas… Ahora, la idea es que los alumnos trabajen y sean activos, porque el aprendizaje no se hace como una simple transmisión de pensamiento. Sin la actividad del estudiante, no hay aprendizaje. para ello:
- El profesor debe animar a sus alumnos a elegir algunas de sus tareas en momentos específicos.
- Los estudiantes deben ser enseñados a corregirse entre ellos. Están felices de hacer esto la mayor parte del tiempo.
- Crear tiempos y espacios en el aula donde los niños puedan sugerir actividades.
- Tener en cuenta las propuestas de los niños que destacan sus intereses reales en algunas de las situaciones de aprendizaje (sin aceptar nada).
- Hacer que los períodos de actividad, al menos una vez por semana, sean comunes para las prácticas de los proyectos.
5. Atrévase a pedir ayuda.
Los antiguos profesores conocen mejor la escuela y ciertamente tienen experiencia, ideas y consejos para compartir. Así que no tenga miedo de pedir ayuda a tus colegas del mismo o de otros niveles.
Frente a las dificultades de la enseñanza, a los problemas de la heterogeneidad de los alumnos, a las dificultades de comprometerse con los alumnos, el profesor debe desarrollar estrategias de afrontamiento. Por eso los nuevos educadores deben aceptar que se les ayude. La mayoría de los nuevos educadores no empiezan con muchos recursos.
6. Deje de buscar la perfección.
En la enseñanza, se debe aceptar que no todo es perfecto. Además, ser un perfeccionista es un verdadero problema que le impide compartir con otros profesores las dificultades que encuentra regularmente. Hay que tener en cuenta que todo el mundo comete errores, y esto es lo que les permite aprender y mejorar. La trayectoria de su carrera no puede reducirse al éxito. Es a través de los fracasos e imperfecciones que se vuelve mejor.